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Mi Primera Patineta

skateboard

Tengo dos hermanos mayores y valoro mi tiempo con ellos. No pasamos demasiado tiempo juntos debido a la diferencia de edad, y se fueron de casa cuando yo era un niño. Pero cada vez que estoy con ellos, pienso en las lecciones y las cosas interesantes que me mostraron (y continúan mostrándome). Intento absorberlo todo y hago todo lo posible para vivir la vida teniendo en cuenta sus consejos, pero especialmente cuando era adolescente.

Utilizando a mis hermanos como patines. Hace poco me di cuenta de los afiches en la pared.

En 1998, después de pasar el verano en Brasil con mis hermanos, volvía a casa en Bogotá, Colombia y, por alguna razón, mi hermano medio se llevó su patineta al aeropuerto. Cuando le pregunté, dijo que “el aeropuerto tiene lugares chéveres para patinar”. No pensé mucho sobre el asunto y seguí adelante.

Estábamos a punto de despedirnos cuando mi hermano medio me entregó una llave Allen e inmediatamente hice la conexión. La herramienta de la patineta. Me estaba regalando su tabla, la misma que había trabajado duro para conseguir en la tienda de skate con mi bendición. La que ayudé a seleccionar cada detalle, la tabla, la lija, las ruedas, los rodamientos, los tornillos, etc. Esto fue en Sao Paulo, Brasil. El día que fuimos a comprar la patineta (para que él pudiera acompañarme en el parque {Villa-Lobos} mientras yo patinaba con mis patines), fuimos a la Galería do Rock. Imagínese un centro comercial de patinadores y músicos, cada tienda era una tienda de skate o una tienda de música. Era un paraíso. Ir allí más tarde como un skater en toda regla fue como ser un niño en un parque de diversiones. Vi su entusiasmo cuando eligió cada parte de la patineta, y me lo mostraba, pidiendo mi bendición, sin saber que estaba preparando mi propia tabla.

Galeria do Rock, Sao Paulo, Brasil

Así que ese día en el aeropuerto cuando me dio su patineta, ese día se convirtió en mi patineta, se convirtió en mi propósito. Sin saberlo, o tal vez sabiéndolo, cambió mi vida para siempre. Siempre quise emular a mis hermanos mayores porque quién no, especialmente si son tan chéveres y locos como los míos. Así que montar tabla estaba ahí arriba. Realmente no puedo decir que la use inmediatamente. Aparte de ser un medio de transporte, todavía no era diferente para mí que mi bicicleta o mis patines.

Es ahi en donde mis amigos y la ciudad donde vivo, son cruciales en mi camino a ser un skater. Haz click aquí para saber más acerca de ello.

Andres Alfonso
Patinando desde 1999, se puede decir con seguridad que no parare. Fanatico de los trucos de piso, El Nine Club, zapatos de skate y orgulloso historiador del skate. Vivo en Los Angeles.

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