En Octubre 11 del 2019 comencé a escribir aspectos personales, emocionales y económicos que debían mejorar. Comencé a redactar estrategias cortas. El enfoque principal ha sido experimentar una rutina diferente. El 10 de diciembre del año 2019 tomé la decisión de renunciar a un trabajo con el propósito de hacer mayor enfoque en mi habilidad fotográfica. En este trabajo me ejercí como carpintero. La camioneta que había adquirido (Troqui Dorada) atravesaba una etapa en la que me daba más preocupaciones que alegrias. La rutina era agradable por la mañana, me acompañaba un café, la brisa fresca de la mañana y unas bellas melodías. En varias ocasiones partía antes del amanecer. Ya en la hora de la salida partía de regreso a Mid City, era inevitable encontrarse con el congestionamiento vehicular. Lo aceptaba como un amigo necesitando que el regreso fuera igual de ameno como lo era por las mañanas.
Poco después de renunciar al trabajo, decidí vender la camioneta incluyendo la herramienta que había adquirido durante el tiempo que ejercía mis labores de carpintero. La decisión no fue difícil ya que con el dinero que obtendría lo utilizaría para viajar a la Ciudad de México y posteriormente al estado de Oaxaca, podría haber ido a cualquier destino turístico, pero era necesario tener una conversación con mis padres acerca del consumo personal de marihuana y también para desprenderme de una familia enferma (materna). Lo menciono de esa manera porque en ellos habita lo opuesto a un sentimiento que entendemos por amor, respeto, tranquilidad, estabilidad mental, etc. Este desprendimiento no incluía a mis sobrinas aunque siendo sincero acepto ser hermano/tío ausente en cuerpo y palabras. No conozco el árbol genealógico de mi Padre (originario del Estado de Sonora), conozco únicamente parte de la familia de mi madre (originaria del Estado de Oaxaca).
El 22 de Febrero del 2020 emprendí el viaje con destino a la Ciudad de México, aquí también fui franco conmigo, atravesaba una etapa de cadencia creativa, no me satisfacía realizar mis actividades fotográficas, sin embargo, no todo era drama o pena, estaría por experimentar momentos diferentes en aquel viaje. Me encontraba patinando casi a diario, conociendo caras nuevas y lugares diferentes alrededor de la ciudad, incluso cuando aterricé (pasado el medio día) ya sentía ansiedad por terminar de llegar e ir inmediatamente a patinar, lo cual hice con mis colegas/amigos Jesús y Miguel Gonzales. Lo hacía sin ningún mal estar físico (padecía un dolor atroz cada fin de semana en la espalda baja). La labor fotográfica en estas vivencias es muy acelerado, de actuar rápido porque el instante se esfuma, sentí prudente ser parte del happening y digerir los momentos con calma y gozo. Esta aventura duró unos 20 días aproximadamente.
Regresando a Los Angeles analizaba más y más el hecho de salir ya de mi prisión mental, es decir, ya no pedir permiso para hacer lo que me apasiona (llámese fotografia, patinar, dibujar, pintar, trotar, entrenar jiu jitsu, crear con madera piezas pequeñas y útiles para el hogar, etc.), tuve que cortar también los hilos que hacían conexión con malestares físicos y emocionales. En la Ciudad de México me reencontré con el hábito de seguir practicando el skateboarding. Estando nuevamente en la ciudad de Los Angeles me reconcilié con el hábito fotográfico, pero eso no se dio de un momento a otro ni tampoco lo hice aislándome de la sociedad. Empecé a digerirlo conforme la práctica se hacía más frecuente. En la ciudad se vivió un estado de alerta a causa de una crisis socio-económica derivado de una pandemia. Retomando el hábito de salir buscando una historia conforme a lo que sucedía, lograba captar muy poco, no me inspiraba una ciudad solitaria, mi imaginación se empañaba con los vapores de la incredulidad, no quería comprender una realidad falsa. No encontraba inspiración en nada, sentía amargura.
Al empezar un nuevo hábito, en esta ocasión, la lectura ayudó en gran parte para remover la pelusa y polvo que habita en el reino de mi imaginación. Fue como si el agua volviera a fluir por un río seco, donde se creía que el agua no volvería a fluir, lo retenía la pereza. Pasó un periodo corto y Andres Alfonso (fundador de Sk82Live) me contactó para platicarme de una plataforma digital nueva en la que propone proyectar la industria “B” del skateboarding, me propone un espacio para expresarme e igualmente exponer mi trabajo de fotógrafo sin restricciones, hablar de mis emociones o marcas que vendrás escuchando por primera vez, darle rienda suelta a mi creatividad, abrir puertas nuevas a lo largo del horizonte.
Siento una conexión profunda con el arte, quiero crear, comunicar, el arte es mi herramienta de expresión. Inicialmente sentía nervios porque empezaría una labor que no había realizado en el pasado, me había negado expresar mis sentimientos y/o pensamientos ante personas que llamas o interpretan el rol de << amigo >>, debido a las burlas o críticas recibidas que se salían de contexto, daba de pronto la sensación de no ser comprendido. El sufrimiento emocional se disolvió en el pasado, ya no es, ya no existe, hoy es un nuevo capítulo. Comprendo el significado y la acción del perdón sobre todo a mi mismo aceptando de mis sentimientos utilizando el arte como medio de sanación, retomando las actividades donde yo mismo me quitaba méritos por creer que no sería bueno y tampoco triunfaría poniendo mi edad como excusa, pienso y quiero vivir al menos 120 años, tengo un largo camino por recorrer y mucho por aprender y practicar (jiu jitsu, dibujar, pintar, fotografía, música y demás que se me pueda ocurrir). El sentimiento que resguarde en mi interior se añejo para convertirse en una fuerza que ha germinado, crece en cada amanecer gracias a la luz del Sol y por la noche con el resplandor de la Luna.
La energía aportada hace ver la luz a una flor queriendo emerger con voluntad.
En este artículo primero quiero presentarles un retrato de los siguientes colegas:
Saldremos a patinar (actividad en común) haciendo un seguimiento corto no invadiendo su espacio personal, siendo curioso por conocer otros intereses que tengan pero que no sean relacionados con el skateboarding.
Ustedes creen que un verdadero skater desayuna, come y cena skateboarding durante las 24 horas al día? 7 días de la semana? 30/31 días (Febrero tiene 29 días en año bisiesto) que dura un mes? Los 365 días del año? Es pasión? amor? locura? es solo un delirio? realmente toma mucho valor emocional ser pro o es solo un arquetipo?
Si llegaron hasta esta parte de la lectura les dejo un pensamiento positivo:
Una regla de oro de la ética: piensa un momento si prefieres recibir alabanzas sin merecerlas o no recibir ninguna alabanza pero siendo una persona que las merece
Nassim Nicholas Taleb
Gracias por leer.