Una vez que pisas una patineta, todo lo que te rodea se convierte en un obstáculo, te atrae llenar un espacio e interactuar con tu entorno. Ya sea que vivas en un pueblo pequeño o en una ciudad grande, las cosas empiezan a verse diferentes y tu percepción del espacio es diferente a la de un no patinador. Una grieta en la acera, ese banco en la parada del autobús, o incluso la calle frente a tu casa, de repente se ven como posibilidades sobre una patineta.
El skate te enseña constantemente sobre la vida y te abre los ojos a cosas nuevas. Los skaters aprecian la arquitectura probablemente tanto como un arquitecto, piensa en tus lugares favoritos para patinar, alguien tuvo que crearlos y tú, como skater, puedes ver posibilidades en el espacio que probablemente la persona que ideó el concepto nunca pensó. Lo que es aún más extraño es que valoramos bastante arquitectura o “lugares para patinar”. Tenemos muros famosos, vuelos famosos, rieles famosos, escaleras famosas, calles famosas y muchos más. Nuevamente, le ponemos valor al espacio, lo bautizamos con el primer truco y muchas veces se vuelve más grande de lo que es.
Independientemente de su nivel de habilidad, uno puede mirar algo que puede hacer o soñar con algo que se puede hacer o no, esa es la belleza del skate, sin límites, sin reglas, sin juicios. Este artículo destaca una serie de cosas que los skaters ven diferentes, no entrará en detalles para explicar por qué, ya que creo que esto es algo que cada skater puede hacer por sí solo, ya que su experiencia será diferente a la mía. Espero que disfruten y recuerden Patinar para Vivir (Skate to Live).