No soy un borracho, pero tampoco soy un santo. Un hechicero no debería ser un “santo”… Debería poder descender tan bajo como un piojo y elevarse tan alto como un águila… Debes ser dios y diablo a la vez. Ser un buen hechicero significa estar en medio de la tormenta y no guarecerse. Quiere decir experimentar la vida en todas las fases. Quiere decir hacer el loco de vez en cuando. Eso también es sagrado.
Corzo Cojo
(Brujo sioux de la tribu Lakota)
De frente a un mar seco en estado de vigilia. Situado en el sitio que me había otorgado las marañas del azar. Me encuentro de pie sobre una superficie arenosa. Arrodillado. Hundo los dedos en la arena deslizándose con facilidad. Presiento que se aproxima un aguacero. Mirada atenta. A la distancia observo una montaña. En su pico radiaba una luz ardiente que rápidamente se transformo en un reflejo frio.